La importancia de ver el lado positivo

A lo largo de los años he aprendido e interiorizado numerosos mantras o lemas de vida que me acompañan en los momentos más complicados, los cuales comparto con mis alumnos y pacientes. Uno de los que pongo en práctica en el día a día, es ver con perspectiva lo que ocurre a mi alrededor e intentar darle la vuelta a las situaciones por muy malas que parezcan, procurando ver el lado bueno de las cosas siempre que se puede. Son muchas las personas a las que he impartido cursos estos últimos años y que han llegado a mí con la necesidad de ser más positivas. Por eso, hoy he decidido compartirte algunas claves en referencia a esto. Ver el lado positivo de las cosas es tener perspectiva y entender que no todo es blanco o negro, bueno o malo. Por supuesto, cuando vemos lo positivo de algo no negamos el lado negativo, simplemente entendemos que detrás de lo negativo puede que haya algo que con el tiempo entendamos y apreciemos, incluso que sea positivo para nosotros y para nuestro crecimiento, aunque en el momento no podamos verlo.

La importancia del foco

Es posible que interpretes y anticipes problemas constantemente o veas el vaso medio vacío. Si por norma general te sucede esto, ten por seguro que encontrarás problemas, puesto que tu mente siempre va hacia donde pones el foco de tu atención. Esta tendencia se debe al sesgo negativo de la mente, estrategia evolutiva que nos ha mantenido a salvo de potenciales amenazas y peligros y que nos ha ayudado a evolucionar como especie.

Para poder contrarrestar esta programación mental, lo primero es hacerla consciente y darle más peso a todo lo bueno que tenemos. Aprender a ver lo
positivo y poner el foco de atención de forma consciente en las cosas buenas, agradables y reconfortantes que suceden a nuestro alrededor, y que a veces nos
cuesta tanto verlas y apreciarlas.

Explora otras posibilidades, no des nada por sentado, estate abierto al cambio con mirada de principiante, pon el foco en todo lo bueno que hay en tu vida y evita generar expectativas.

El diálogo interior

Una vez que sabemos en qué consiste el sesgo negativo de la mente y cómo contrarrestarlo poniendo el foco en las pequeñas grandes cosas de la vida, en las
personas buenas, en las situaciones divertidas y agradables,… es momento de ver cómo nos hablamos a nosotros mismos.

Sí, has leído bien, hablar con uno mismo. Porque a tu mente le influye mucho cómo es tu diálogo interior, lo que te dices y cómo te lo dices. Imagina que día tras día tuvieras a una persona al lado que sólo te hablara de las cosas malas que haces, de tus errores, de tus defectos… ¿cómo te sentirías frente a esto? Obviamente, muy mal.

Por lo tanto, ¿cómo esperas sentirte si constantemente te hablas mal? ¿qué efecto crees que puede tener en tu autoestima si te criticas y te juzgas de una manera tan dura?, ¿qué efecto crees que puede tener en tus estados de ánimo, si te repites una y otra vez las posibles consecuencias negativas de todo lo que te rodea? 

Es buen momento para comenzar a cambiar la forma que tienes de hablarte a ti mismo, y que empieces a hablarte con respeto, comprensión y empatía, como lo haría la persona que más y mejor te quiere.

En conclusión, se trata de cultivar la autocompasión y ver la realidad con perspectiva. No se trata de ser pesimista u optimista, más bien se trata de saber que no hay cosas negativas, ni positivas que todo depende de la interpretación que le demos. El tiempo suele “decidir” si fue para bien o para mal. 

“Buena suerte, mala suerte… quién sabe” cuento filosófico.

Si todavía te has quedado con ganas de profundizar más en el tema o crees que necesitas ayuda, para comenzar a mirar la vida con una mirada totalmente diferente, no dudes en contactar conmigo o apuntarte a alguno de mis cursos.